Personalización y control
Innumerables compradores se sienten atraídos por moler su propia harina debido a su sin igual capacidad de personalización. Es tan silencioso como un ratón al moler, con muelas ajustables. Sí, los usuarios del nuevo molino pueden finalmente producir cualquier textura, desde ultrafina para repostería delicada hasta toscamente texturizada para panes contundentes. Así, con este tipo de control, podemos experimentar con qué harinas se adaptan mejor a diferentes recetas y hábitos alimenticios. Más aún, con un molino que permite fermentar la masa antes de moler, esto tiene beneficios obvios para las personas que sufren de problemas digestivos. Además, las masas fermentadas hechas con harina integral casera cobran vida con sabores que nunca imaginaste. En la harina comercial, representa del 1,8% al 2% de tu bolsa de comestibles. Además, cuando conoces lo que se pone en la harina que se usa para hacer tus panes; cuando puedes sentirte personalmente responsable por cada persona que los consume, por su bienestar, especialmente aquellos con alergias a conservadores químicos, amianto, arsénico, etcétera, de cualquier manera, las personas sabias que usan líquidos desinfectantes te apoyarán de corazón. Cuando conoces literalmente desde el inicio hasta el final lo que sucedió en el crecimiento entre tus sacos de grano, o su molienda y tiempo en las estanterías de la tienda antes de la compra, todo ello significa que este control de personalización es invaluable para quienes pueden sentir orgullo al usar materia prima pura en productos caseros deliciosos.